Muy buenas a todos. Dsaster ha regresado. Con el comienzo del nuevo curso, se abren las puertas a esta actividad que tanto me gusta. Ha sido un largo tiempo sin escribir, sin agarrar el teclado y decir: “vamos a volver a la rutina de contar al mundo las cosas que me parezcan interesantes sobre el mundo de los videojuegos, pero, sobre todo, vamos a analizar todos los juegos que podamos.

En muchas ocasiones, nuestro tiempo se ve encorsetado en muchas acciones que no tienen mucho sentido. No encontramos qué nos hace felices y por qué hacemos esas acciones. Escribir es una de las que a mi más me motiva y por eso puedo decir, que hemos regresado.

Muchos más análisis aquí en dsaster

Esta vez lo voy a hacer de un modo mucho más calmado y pausado. No me voy a acelerar pensando en escribir todos los días como un loco. La vida no está hecha para estresarse, la vida está para vivirla. ¿Van a seguir apareciendo noticias en la web? Sí, pero vamos a escribir muchos más análisis, que era el objetivo de este cajón desastre. Y no solo análisis de juegos de Nintendo, si no también de otras plataformas y sobre todo algo que me hace mucha ilusión: juegos retro.

Gracias a Dios, seguimos recibiendo jueguecitos y les vamos a hacer los análisis con más cariño que podamos. Eso sí, si soy muy drástico, recordad que es una opinión de una persona, nada que tengas que tomarte como algo personal.

El regreso va a ser con un juego que nos dieron en el mes de agosto y que seguro que muchos de vosotros lo habréis visto por ahí. Se trata de Double Dragon Gaiden. Un juego de estos de darte de tortas por la calle (Beat ’em up), de una manera divertida, sobre todo si lo haces en cooperativo (como ha sido el caso).

Ese análisis llegará muy pronto, pero más que nada recordaros que seguimos vivos, que vamos a seguir haciendo cositas, pero con toda la calma del mundo mundial. Nos vemos muy pronto.